BARCELONA
Buenos días y bienvenidos, ¿preparados para una visita express por la magnífica ciudad catalana?
Barcelona, ¡menuda locura de ciudad! Llena de jóvenes, ciclistas, hipsters, extranjeros, parejitas.., ambiente en definitiva. Y si es así, indudablemente será por algo.
Esta ciudad está hecha para todos los gustos. Puedes encontrar desde una gastronomía espectacular, hasta la mejor arquitectura de Gaudí; mar y montaña; y se adapta tanto a escapadas familiares, en pareja o en soltería, con amigos...
El barri de Poblenou por la mañana es una de las mejores opciones. Es el epicentro creativo por excelencia de esta ciudad. Lo que antes eran fábricas y talleres, ahora es la cuna de artistas, diseñadores y productoras.
Cabe destacar Palo Alto y lo que allí apodan como el pirulí: se trata del rascacielos del arquitecto Nouvel. Cerca de él se encuentra el DHUB, el museo del diseño.
Por esta zona podéis contar con algunos lugares interesantes donde comer, la mayoría de ellos situados cerca de la Rambla de Poblenou. El 58 es un restaurante de tapas creativas, que sin duda os sorprenderá, ¡además no es nada caro!
Y por si empezáis a oler a mar, no penséis que os estáis volviendo locos. Esta calle esconde, ya hacia el final, a nuestro queridísimo Mediterráneo. El Xiringuito Escribà es una elección bárbara si queréis disfrutar de un arroz en condiciones. Eso sí, si os decantáis por esta opción, os advierto que tendréis que rascar el bolsillo, pero no será en balde.
Una vez puestas las botas, lo mejor es un buen paseo para bajar ese 'kilillo de más'. En este caso, El barri del Raval es el barrio a conocer. En el centro del mismo están los -permítanme afirmar- mejores museos de la ciudad: el MACBA y el CCCB.
Si tenéis cierto ojo, podréis apreciar en algunas de las paredes de este barrio (aunque no es el único en Barcelona) numerosos graffitis de algunos de los mejores maestros del spray.
No muy lejos de ahí, se encuentra el barri de San Antoni y de Poble-Sec, ambos entretenidos para pasear un rato. Pero, si no te quieres perder por nada del mundo el modernismo de Gaudí, no queda más remedio que caminar en dirección norte hacia el Passeig de Gràcia donde encontrarás la Casa de Batlló, La Pedrera o la Casa Ametller; lo que es, en mi opinión, una mejor opción.
El barri de Poblenou por la mañana es una de las mejores opciones. Es el epicentro creativo por excelencia de esta ciudad. Lo que antes eran fábricas y talleres, ahora es la cuna de artistas, diseñadores y productoras.
Cabe destacar Palo Alto y lo que allí apodan como el pirulí: se trata del rascacielos del arquitecto Nouvel. Cerca de él se encuentra el DHUB, el museo del diseño.
Por esta zona podéis contar con algunos lugares interesantes donde comer, la mayoría de ellos situados cerca de la Rambla de Poblenou. El 58 es un restaurante de tapas creativas, que sin duda os sorprenderá, ¡además no es nada caro!
Y por si empezáis a oler a mar, no penséis que os estáis volviendo locos. Esta calle esconde, ya hacia el final, a nuestro queridísimo Mediterráneo. El Xiringuito Escribà es una elección bárbara si queréis disfrutar de un arroz en condiciones. Eso sí, si os decantáis por esta opción, os advierto que tendréis que rascar el bolsillo, pero no será en balde.
Una vez puestas las botas, lo mejor es un buen paseo para bajar ese 'kilillo de más'. En este caso, El barri del Raval es el barrio a conocer. En el centro del mismo están los -permítanme afirmar- mejores museos de la ciudad: el MACBA y el CCCB.
No muy lejos de ahí, se encuentra el barri de San Antoni y de Poble-Sec, ambos entretenidos para pasear un rato. Pero, si no te quieres perder por nada del mundo el modernismo de Gaudí, no queda más remedio que caminar en dirección norte hacia el Passeig de Gràcia donde encontrarás la Casa de Batlló, La Pedrera o la Casa Ametller; lo que es, en mi opinión, una mejor opción.
Y aunque pueda resultar realmente agotador, con un último empujoncito y sin necesidad de callejear, podéis caminar en dirección noreste por la Carrer de Provença y en diez manzanas, las cuales no son muy extensas, os encontrareis con la majestuosa Sagrada Familia.
Con esta imagen grabada en la mente habría que poner punto y final a la, realmente productiva, visita. Sin duda alguna, merece la pena la caminata y, aunque puedan quedar algunos planes pendientes, no debemos olvidar que estamos hablando de Barcelona. Por ello...
¡NO SE OS OLVIDE VOLVER!
PD: alquilar una bicicleta por un módico precio sería una muy buena elección en caso de que os encontréis cansados.
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